Cortezas de piel de bacalao, que no solo del cerdo se aprovecha todo

Cortezas de piel de bacalao

Pues recuperada la normalidad recupero el ritmo de recetas.

Cómo ya os prometí el domingo hoy os traigo una receta que es el colmo del aprovechamiento.

Si recordáis el domingo os enseñé la receta de pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalao, y os dije que guardaseis las pieles, pues aquí tenéis el resultado, unas cortezas riquísimas.

Lo mejor es que, además de buena, son mucho más sanas y ligeras (dentro de lo que cabe) que las de cerdo, y, sorprendentemente, el sabor es bastante similar, si si, probadlo y me lo contáis.

Cortezas de piel de bacalao

Ahora que estoy a dieta busco alternativas no tan calóricas (aunque sea una fritanga, uffff). En unos días os contaré aperitivos que podéis hacer sin grandes remordimientos.

El bacalao que tenemos que hacer servir es el salado. En el mercado lo podéis encontrar ya desalado, aunque a mi personalmente, lo prefiero comprar en salazón y desalarlo yo en casa.

La ventaja es que podéis congelar tranquilamente el bacalao, con la prudencia de sacarlo tres días antes de que lo vayamos a usar para poder realizar todo el proceso.

Cortezas de piel de bacalao

Ya os conté el domingo:

Día 1- Ponemos el bacalao en un bol con agua fría y lo dejamos en la nevera, tapado con papel film, durante 24 horas.

Día 2- Cambiaremos el agua 3-4 veces, siempre guardándolo tapado en la nevera.

Día 3- Le quitamos el agua, lo secamos con el papel absorvente, y listo para usar.

Para quitar la piel del bacalao, con la ayuda de un cuchillo bien afilado, apoyáis la parte que no tiene piel en la tabla de cortar, separáis un poco la piel y con fuerza (y con la mano) tiráis de ella para sacarla entera.

Una vez hecho esto la estiramos bien, y cortamos tiras alargadas y estrechitas (como veis en la imagen) pensad que encogen mucho.


Ponemos en una sartén abundante aceite, y lo calentamos a fuego muy alto, el aceite ha de estar bien bien caliente.

Ponemos las pieles y dejamos hasta que veamos que están duras, momento en el cual las sacamos y las ponemos en papel de cocina para que absorba el máximo de aceite posible.


Y listas para picotear.

Sobre todo, nooooooooooo le pongáis sal, aunque lo hayamos desalado está en su punto, no le hace falta absolutamente nada.

Y esto es todo por hoy, espero que os haya gustado.

Y si queréis seguir mi día a día podéis hacerlo a través de las redes sociales:





Un beso enorme a todas/os.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encanta ver vuestros comentarios, gracias a ellos todo esto cobra mayor sentido.
Aunque no pueda contestar siempre me los leo absolutamente todos, si tenéis alguna consulta podéis enviarla directamente al e-mail que tenéis en la pestaña de contacto.
Este blog, por falta de tiempo, no participa en cadenas de premios, aunque siempre estaré super agradecida de que hayáis pensado en mi.
Gracias por estar.
Yolanda.